Elimina las distracciones
Si lo que buscas es un entrenamiento eficaz, debes poner las mismas ganas y concentración que en el gimnasio. El mayor obstáculo cuando entrenas en casa son todas aquellas distracciones que amenazan con interrumpir tu entrenamiento. Por eso es fundamental eliminar cualquier tipo de distracción. Por ejemplo, puedes desactivar las notificaciones en tu teléfono, pedirle a tu familia que no te moleste o apagar la computadora.
Guíate por profesionales
Una de las partes más difíciles de ponerse en forma no es completar un workout, sino comenzarlo en primer lugar. Aunque tengas tu objetivo fijado es posible que no sepas por dónde empezar. No obstante, esto no debe convertirse en la excusa perfecta para abandonar antes de empezar. Puedes coger inspiración en los entrenadores personales e influencers fitness que cuelgan rutinas y ejercicios eficaces y útiles en Internet.
Crea tu propio espacio de entrenamiento
Establecer un mini gimnasio en casa es una manera eficaz de no perder la motivación y te ayudará a aprovechar al máximo los entrenamientos en casa. En primer lugar, tendrás todo lo que necesitas en un solo lugar, y así perderás menos tiempo buscando el equipamiento. No necesitas hacer una gran inversión en equipamiento para realizar tus entrenamientos. Empieza con tu propio peso corporal y una vez te acostumbres a la dinámica, incorpora a tu rutina unas pesas rusas o bandas de resistencia para subir la intensidad de los ejercicios. Implementos en casa pueden ser un kilo de arroz o botellas con agua.
Haz un plan de entrenamiento
Para mantener el compromiso y la responsabilidad, programa tus entrenamientos y anótalos en una agenda o calendario en horarios que sepas que podrás respetar. Intenta que todos tus entrenamientos se hagan a la misma hora. Puede que sea cuando no haya nadie en casa o cuando te sientas más libre de tareas. Tener un horario fijo te ayudará a mejorar tu disciplina y coger el hábito de entrenar.
No te olvides de la técnica
Cuando estás entrenando en casa, puede ser fácil olvidarte de la técnica, ya que no hay nadie mirándote ni corrigiéndote. A la larga, esto podría provocar lesiones, así que asegúrate de no perderla de vista. Si estás probando un nuevo ejercicio, intenta hacerlo frente al espejo para asegurarte de realizarlo con la técnica correcta.
Aumenta la dificultad
Si entrenas en casa y por tu cuenta, puede ser fácil quedarte atrapado en una rutina de entrenamiento que incluye ejercicios que te gustan, pero que no necesariamente suponen un desafío para ti ni te ayudarán a conseguir los resultados que buscas. Para sorprender a tu cuerpo constantemente y asegurarte de que estás progresando hacia tus objetivos de salud y fitness, sube la dificultad de los ejercicios y prueba nuevos movimientos o nuevas variaciones.
Resumanos:
Entrenar en casa es conveniente, efectivo y económico, pero no siempre es fácil. Las distracciones, el exceso de tiempo y la falta de espacio pueden hacer que entrenar en casa sea más difícil de lo que te gustaría, pero no tiene por qué ser así. Tomar medidas simples para optimizar tu espacio de entrenamiento en casa puede marcar una gran diferencia en lo que se refiere a la motivación, el compromiso y el rendimiento.